El objetivo de la campaña “Uniendo a las familias auténticas” de avícola San Fernando está centrado en cambiar el posicionamiento de la empresa de una avícola a una lovemark a partir de los insights de peruanidad y consumidor de productos avícolas.
Si bien tanto la publicidad
televisiva, como las piezas gráficas que pudimos ver en vallas y camiones así
como la campaña en medios digitales consiguen darle a la empresa un rostro más
cálido, más humano; la campaña desaprovecha una excelente oportunidad para
pasar de la anécdota simpática que todos comentan a una campaña coherente, con
continuidad en el tiempo.
El actual momento de la campaña
(centrado en las rimas) no hace sino retomar la anécdota de rimar los apellidos
de las familias peruanas con un hábito alimenticio en particular, por ejemplo:
“Para los Barraza, que comen bajo en grasa”.
Sin embargo, San Fernando pudo
haber puesto más énfasis en el bienestar familiar como concepto de
posicionamiento. En este sentido, no basta con colocar en la página web de la
empresa la receta del día y desarrollar una aplicación que requiere de un video
para aprender a echarla a correr. Sería mucho más conveniente complementar la
rima con un consejo práctico para ponerla en práctica, por ejemplo; si los
Barraza comen bajo en grasa, como hacer para efectivamente comer una dieta
proteica baja en grasa y calorías.
De esta manera, tanto la página web
como el perfil de Facebook e incluso una cuenta en Twitter se pueden convertir
en una excelente vitrina para aconsejar a los miembros de la comunidad de San
Fernando como comer de manera saludable. En este sentido, el aporte de un
nutricionista puede ser fundamental. Incluso, este puede tener nombre y
apellido convirtiéndose en el rostro cálido y humano de la empresa. No sólo de emblemas y rimas vive el
consumidor.
Para perdurar en el tiempo, las
buenas ideas no pueden quedarse únicamente en la anécdota simpática. Deben
trascenderla.
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